Empresarios de transporte urbano piden reducir el servicio desde junio

Ante la sostenida situación de crisis, los empresarios de transporte urbano automotor de la Ciudad de Santa Fe, Autobuses y Ersa, entregaron una nota al intendente donde detallan la situación de quiebre económico en el esquema de operación, y por eso plantean reducir la prestación del servicio sólo durante el día, achicar recorridos, suspender tres líneas y anular los boletos gratuitos por sesenta días. También dan soluciones alternativas, pero siempre apuntando a revertir el déficit económico.

En la nota que presentaron los empresarios del transporte urbano al intendente de la ciudad, se detallan las razones del quiebre de la ecuación económica que atraviesa el servicio y por ello proponen hacer reducciones en la operación, como un servicio de emergencia, al menos durante dos meses desde el próximo 1ro de junio. 

La comunicación le fue presentada al primer mandatario municipal el último 21 de mayo, y se realizó con la intención de iniciar una negociación con el municipio en haras de paliar la grave situación que está atravesando el transporte. A pesar de que la mayoría de las razones que hacen a esta crisis no son por resoluciones municipales, ellos acuden al gobierno local porque es la autoridad de aplicación y concedente del permiso que los hace concesionarios y prestadores de transporte público automotor.

Las principales razones que aducen como originantes de la crisis actual son:

- la quita de subsidios en el interior del país por el Estado Nacional, en una evidente disparidad con los fondos percibidos por empresas del AMBA, generando una desigualdad geográfica manifiesta de políticas a un mismo sector, y un mismo rango poblacional de clase baja-media.

- la fijación de incrementos tarifarios por debajo de los índices de aumentos de costos. Que como agravante han sido aplicados tardíamente.

- el impacto de la pandemia por Covid-19 y falta de medidas paliativas al sector como atenuante de la caída de pasajeros: pasaron de transportar 37 millones en 2019, a 12.600.000 en 2020. Aquí hay que aclarar que los pasajeros venían en caída hacía varios años.

- la imposibilidad de efectuar despidos y/o suspensiones de personal de acuerdo a los procedimientos establecidos en la Ley Nº 20.744 de Contrato de Trabajo y normativas vigentes.

- las disposiciones para que las empresas brinden nuevos servicios, nuevas líneas, frecuencias, recorridos, y/o gratuidades concedidas -a determinados grupos o en días festivos, por ejemplo-, que si bien se hacen en ejercicio de las facultades otorgadas por la Ordenanza 11.580 al poder ejecutivo Municipal (que regula la actividad desde el año 2009 ante la no licitación del servicio), no son compensadas y/o resarcidas a los concesionarios.

Reducciones

Las medidas que proponen implementar afectarán notablemente el servicio que prestan. Para los usuarios implicarán menos coches en la calle, con esperas mínimas en horarios pico de 12 minutos; la eliminación de tres líneas que consideran deficitarias (la 20, la 21 y La Boca); el achique de recorridos; no contar con colectivos durante la noche -entre las 21 y las 5-, ni los domingos y feriados; y no acceder a ningún tipo de boleto gratuito.

Números rojos

Con números, muestran cómo se ha roto la ecuación económica ante la caída de ingresos y el aumento de los costos. Por ejemplo, explican que mientras los ingresos de un coche se incrementaron a razón de 37% en el término de 3 años y 4 meses, el índice de precios acumulado en el mismo período acusa incrementos de un 263.95%, "desfasaje que torna inviable la operación".

La deuda de las empresas en materia fiscal es de $ 230.000.000 en concepto de capital y asciende a $ 483.000.000 si se considera intereses de financiación. "Monto que se torna impagable de no revertirse la situación en el corto plazo", aseguran.

Las empresas afrontan un déficit crónico. La deuda fiscal se incrementa mes a mes y se prioriza cubrir rubros de la estructura extremadamente sensibles y que repercuten de inmediato en la prestación, tales como salarios, combustibles, lubricantes, repuestos y neumáticos.

Otro aspecto que agrava la realidad del sector es la situación gremial y de los trabajadores. En el documento, las empresas destacan el rol de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que "en un entendimiento del contexto y situación de extrema vulnerabilidad del sector accede a que los trabajadores perciban sumas del 100% del salario de bolsillo con un 88% en concepto de asignación no remunerativa". Pero advierte que "a medida que transcurre la pandemia las energías se agotan, la capacidad de gestión se debilita y se va socavando la paciencia y entendimiento de los distintos agentes que intervienen en la actividad". Así, "comenzaron las demandas del gremio, que no pueden ser atendidas y se incrementa la conflictividad". También con proveedores y entidades financieras.

Soluciones posibles

Ante este panorama, que -aseguran- ya no resiste más dilaciones, piden al Ejecutivo municipal soluciones urgentes para comenzar a restablecer la ecuación económica y que las empresas de transporte dejen de ser un agujero negro, con egresos muy superiores a los ingresos.

El sector plantea tres posibilidades:

1- Actualización tarifaria.

2-Reestructuración del sistema de transporte de la ciudad.

3-Entrega de compensaciones adicionales.

Y deja abierto el diálogo con las autoridades para analizar "lo que consideren más apropiado". Advirtiendo que "resulta materialmente imposible continuar la explotación del servicio y garantizar las condiciones de regularidad, generalidad, obligatoriedad y uniformidad de la actual prestación".


Con información de Multimodal y El Litoral

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